Desafío el miedo a hierro
al gemido en sangre y a la muerte en frente
giro
las docenas negras danzan por la rubia risa
mientras cubro a la doncella torpe
y la margino
del amante ardiente
de su amante
muerte.
Canto, y un suspiro hiriente entona a su rescate,
ella pide al sol la sombra
y se duerme
posa su silueta roja en la litera muerta
se perfuma con hedor a rosas
y entre besos cubre el misterioso encanto
me enmudezco
me emborracho.
Si pudiera correría armado hasta matar la duda,
al cobarde miedo que le besa el cuello
le ahorcaría, al que le toca el pecho y la tortura,
al amante bestia que embetuna
gato negro
... maldita duda, maldita duda.