sábado, 20 de septiembre de 2008

¿Cómo?


Quizá, si fuera piedra de tus dedos
o si el mar se escondiera de pronto
tal vez, cuando dejes de permutar tus huellas
por sombras,
cuando dirijas tus pupilas al fondo de las mías,
ese día, quizá
cuando me sugieras tenerte,
tal vez, me encuentre tus besos
en algún lugar que conozcan los míos
para tenerte, ojalá.

Pero cómo,
si la luna no conoce mi boca
y el sol no sabe que de pronto, cuando no me ve
no duermo, en sus brazos de fuego
ni los míos en tu cuerpo
y en sueños, me pregunto cómo.

Ya lo ves, tengo un par de horas
como si pudiera despojar al día de tu voz
para no recordarte
y siento que el cielo se enoja
y las flores temen cuando las miro y pienso en ti
en este momento, ahora
y quiero saber cómo
para saber cómo
y cuándo.

Talvez, esta noche una hoja seduzca tu cuerpo
y seré árbol para mirarte
y así sabré cómo
y cuándo mirarte a los ojos
de frente
respirar tu boca
y amarte.

Cómo, si no hay señuelos
que me indiquen dónde brillarán los atardeceres
cómo, si el mismo cielo reprocha a las nubes
cuando las estrellas ignoran su brillo
como pareces amar y te odias
y te ocultas como estrellas, de mis ojos.

Y me pregunto cómo, más bien
cuándo
dejarás de preguntarte cómo
y replegarás las hordas que laceran el tiempo
sin ti
hasta que pueda aferrarte a mis olas
y soltar tu cabello sobre la faz de mi piel.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Romance


Te tomé con mis manos amargas
en simulacros de amor,
tuyos, dirimibles
estados sujetos a los espacios del tiempo;
nauseas violentas me causan otros nombres
para acicalar el ego de tus ritos opiáceos
y desnudarme la boca, sobre tu silueta.

El travieso mármol capturó mis roces,
prodigioso, como el hielo de tu pelo.

Te tomé con mis manos amargas
y se suavizó la pereza de tus ojos a los míos
así, deslicé mi codicia por tu barbilla, rebozando tu aroma
y te cubrí de miradas
hasta que vaciló la tuya, romántica
ardiente
... y la mía.

Se detuvieron las brújulas delante de tu boca,
filántropo pregunté tu nombre, y se apagó la brisa.
Magnos silencios cabalgaron tus instantes
los semblantes de los ecos de tu nombre resonaron, tiernos.
Repiqué el ballet de tu sonrisa con la mía:
había danzas menos frescas en mi boca
y las distancias ya eran segundos.

Aún recuerdo, que hace minutos...
en tableros ubicaba tu nombre, para tocarte
y me tocaron tus ojos profundos, románticos
y me dormí vacilante en los riesgos de tu mirada
ansioso ahora me inclino a tu boca
en este inconsciente romance
y te tomé con mis manos amargas
y ahora no quiero soltarte.

martes, 16 de septiembre de 2008

Amor


Palabra de muchos,
deseo de otros.
Sentimiento...
de pocos

Amor,
cuatro letras,
cuatro de entrepierna
es como decir que se ama,
sin escamas,
si dialéctica.

Amor,
razón de llanto,
vocablo insolente, ambiguo.
Esquivo en momentos, tardío.
Equívoco, deslumbrante... ¿Eterno?

Amor,
como si se pudiera hablar,
como si se pudiera escribir,
como si se pudiera escuchar,
como si se pudiera leer... bailar,
amor.

Insensato y torpe,
cíclope, volátil.
Lepidóptero y carnal, tuerto.
Animal de vez en cuando,
tierno – signo - sentimiento.

Descrito en palabras,
deseado en señuelos.
Amor,
palabra de muchos,
sobra de uno,
deseo de algunos,
desecho de otros.

Visual...
amor, efímero
esquimal y nortino,
lunático y solar,
amniótico, moribundo,
natural
¿Normal?
Quizá...
... cobarde.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Labios


En ellos caduca mi inocencia,
... de mis poros salvajes, sedientos.
Y han sido tus besos, de veranos hambrientos
de tus labios tiernos y animales
... entre abiertos,
como las puertas que no cierras
hasta atarme al cielo, eterno.

Tu boca me resulta un festín de bodas
cuando tus labios gruesos
... se acomodan.
Y entrelazo con mis manos tu cuello
y recorro los ardores de tus fuegos, a besos.

La brisa agitada, de tu boca, me estremece lento
atiborrado de quimeras suaves.
Con mis dientes, te retengo
constelando el perpetuo sufrir gozando,
... de tu aliento, cuando te beso los labios
y me dejas muerto.

Segmentos de tu silueta levitan, vertiginosos
lascivos,
yacen cientos en el revés de gotas
tus labios,
cuando te abro la boca
y te devoro las sombras
... por dentro.

Es osado corregir el trayecto,
de la luna
y me disuelvo el alma, en tu cuerpo,
sin censurar los rincones húmedos y rugosos
... las superficies exóticas de tus labios,
cuando me vuelves loco
... y te tengo.

martes, 9 de septiembre de 2008

Affaire


Ahí estaba su silueta...
ausente
su mirada era aroma en la tormenta
perdida,
con el camino solitario, me incorporé
a su sendero naufrago
y la amé
y nos amamos
colgando, de un remolino.

Su piel abrió un par de mis mañanas
yo, perplejo
deseaba sus ojos en una caja
su maldito encanto
el de su mirada.

Su voz difunta,
mas bien agónica,
era su calor de doncella;
me erizaba su boca en mi pecho...
entonces, le tomaba la mano
y sus dedos caían al suelo
rendidos
los míos, cruzados.

Si quiera ella lo sabía
de entre los bosques
qué sería
si sólo un vago nombre,
la noche o un nuevo día.
Así, ya eran veinticuatro
los ojos que la alzaban,
la caravana durmiente
mientras yo la despedía.

Me tumbé sobre sus restos
y ella sobre mis canciones de cuna.
Amamos la misma marea,
pero no a la misma luna.

Esa noche...
me titubeó la garganta esa noche, para volver
a besarla, quizá
nunca más su rostro entre mis manos;
y lucía hermosa, como si esa noche
fuera
la última vez.

viernes, 5 de septiembre de 2008

De pronto


De donde vendrán las esferas que cubren tu silueta,
si entre tú y mis ojos sólo cabe mi aliento.

Y dónde morirán los besos si no en el tiempo,
cuando sólo quepo en tu boca
y posar mis brazos en tu cabello es cosa de momentos
cuando los instantes vuelan en tu pecho,
como mi sien devora tu recuerdo,
como tus ojos se derriten al viento.

Y cuándo será futuro para que me recuerdes en el ahora
si parece que tus ojos murieran ante mi semblante,
cual espejo que miras en la oscuridad de tu alma
y aún así te amo,
como si la noche pereciera ante mi reflejo,
como si algún día me encontrarás.

Estoy perdido en cuatro esquinas mórbidas
y me sostienes
de pronto
sabes cuando mi amor se desvanece
eres cuerpo del delito,
mas simulas pereza;
límpidas las nubes me culpan
no entienden tu soberbia.
el cielo corre a tus brazos,
cuando un cometa te besa
y así me amas,
con tus ojos bellos
de pronto…
con tu amor y tu pereza.

martes, 2 de septiembre de 2008

Velada

Me dejé caer al pensamiento falaz
de tenerte en mis brazos, desnuda... completa
y comprendí las escenas pasivas de mi alma,
en los deseos soñadores de nuestro encuentro.
Estabas intacta, con los ojos cerrados
con tus labios semiabiertos, recostada y hermosa.
Solía imaginar en oleos la prudencia de tu mirada
y descubrí en los respiros nocturnos tu seducción
desde el fondo de tus pupilas ardientes.
Y no hubo rincón que perdonara mi boca,
ni beso que no se perdiera... por tu piel.
Fijados sobre la seda y la fragancia de tus rosas rojas
me inspiré en tu figura inmensa
como recorrerte las distancias y encausar mis ojos,
como entrelazar con mi lengua tus secretos
y abrazarte la boca en silencios eternos,
sumergidos en los trances del movimiento
y acariciar tu cuello, con mis manos, con mis besos.

El frío no olvidó tu pecho y descubrió tu silueta
en los naufragios incautos de mi boca,
en los affaires de una noche, de una velada,
cuando exiliabas de tu boca los jadeos intensos;
si nos desvelamos abrazados y juntos
como tu sudor y el mío, fusionados
en los cuerpos clandestinos de los sueños.
Y podría devolverme
cual si fuera un cometa, a tus espacios
a las distancias recorridas por el tiempo
como uní los estrechos hasta cruzar tu belleza
sobre los glaciares que derrito con mis besos,
sobre los parajes de tu desnudez nocturna
desde tu piel morena, hasta tus labios rosas,
desde los paisajes de mis sueños, y los tuyos
hasta la calidez de tu boca,
hasta que seas mía, y yo...
... y yo no sea de otra.